Talált 63 Eredmények: no matar

  • Pero no hizo matar a los hijos de los homicidas, cumpliendo lo que está escrito en la Ley de Moisés, donde el Señor prescribió lo siguiente: "No se hará morir a los padres por las culpas de los hijos, ni a los hijos por las de los padres, sino que se hará morir a cada uno por su propio pecado". (II Reyes 14, 6)

  • Benaías, hijo de Iehoiadá, era un hombre valiente, rico en hazañas, oriundo de Cabsel. Él mató a los dos héroes de Moab, y fue él quien bajó a la cisterna un día de nieve para matar al león. (I Crónicas 11, 22)

  • El rey Joás no se acordó de la fidelidad que le había profesado Iehoiadá, padre de Zacarías, e hizo matar a su hijo, el cual exclamó al morir: "¡Que el Señor vea esto y les pida cuenta!". (II Crónicas 24, 22)

  • También enterré a los que mandó matar Senaquerib cuando tuvo que huir de Judea, después del castigo que le infligió el Rey del Cielo por todas las blasfemias que había proferido. Lleno de cólera, Senaquerib mató a muchos israelitas: yo ocultaba sus cuerpos para enterrarlos, y aunque él los buscaba, no podía encontrarlos. (Tobías 1, 18)

  • Luego los mensajeros llevaron estos documentos a todas las provincias del rey, con la orden de exterminar, matar y eliminar a todos los judíos, jóvenes y viejos, mujeres y niños, y de confiscar sus bienes. Esto debía hacerse en un mismo día, el día trece del duodécimo mes, es decir, el mes de Adar. (Ester 3, 13)

  • En dichos documentos, el rey facultaba a los judíos, en cualquier ciudad donde estuvieran, a reunirse y defender sus vidas, a destruir, matar y eliminar, incluyendo a los niños y mujeres, a toda la gente armada de cualquier provincia o pueblo que los atacaran, y también a saquear sus bienes. (Ester 8, 11)

  • El asesino se levanta antes del alba para matar al pobre y al indigente. El ladrón merodea por la noche, (Job 24, 14)

  • Los impíos desenvainan la espada y tienden sus arcos para matar al justo; (Salmos 37, 14)

  • y decidieron acabar con los descendientes de Jacob que vivían entre ellos. Por eso comenzaron a matar y exterminar a mucha gente del pueblo. (I Macabeos 5, 2)

  • Luego se volvió contra Alemá; la atacó, la ocupó y, después de matar a todos los varones, la saqueó y la incendió. (I Macabeos 5, 35)

  • Pero los habitantes de la ciudad, unos ciento veinte mil hombres, se amotinaron en las calles con la intención de matar al rey. (I Macabeos 11, 45)

  • En las cercanías de Bascamá, hizo matar a Jonatán, que fue enterrado allí mismo. (I Macabeos 13, 23)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina