Talált 906 Eredmények: ojo

  • El Señor se enojó con Moisés y exclamó: "¿Acaso no tienes a tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él tiene facilidad de palabra. Ahora justamente viene a tu encuentro, y al verte se llenará de alegría. (Exodo 4, 14)

  • Entonces el pueblo se dispersó por todo el territorio de Egipto para recoger los rastrojos, y abastecerse así de paja. (Exodo 5, 12)

  • Moisés y Aarón se presentaron entonces ante el Faraón e hicieron todo lo que el Señor les había ordenado. Aarón arrojó su cayado delante del Faraón y de sus servidores, y el cayado se transformó en una serpiente. (Exodo 7, 10)

  • Cada uno arrojó su bastón, y estos se transformaron en serpientes; pero el de Aarón devoró a todos los demás. (Exodo 7, 12)

  • Ellos recogieron el hollín y se presentaron ante el Faraón. Moisés lo arrojó hacia el cielo, y tanto los hombres como los animales se cubrieron de úlceras. (Exodo 9, 10)

  • Entonces el Señor cambió la dirección del viento, que comenzó a soplar desde el oeste. Y lo hizo con tanta fuerza, que barrió con las langostas y las precipitó en el Mar Rojo. Así no quedó ni una sola langosta en el territorio de Egipto. (Exodo 10, 19)

  • Luego tomen un manojo de plantas de hisopo, mójenlo en la sangre recogida en un recipiente, y marquen con la sangre el dintel y los dos postes de las puertas; y que ninguno de ustedes salga de su casa hasta la mañana siguiente. (Exodo 12, 22)

  • Este rito será como un signo en tu mano y como un memorial ante tus ojos, para que la ley del Señor esté siempre en tus labios; porque el Señor te sacó de Egipto con mano poderosa. (Exodo 13, 9)

  • Por eso les hizo dar un rodeo, y los llevó hacia el Mar Rojo por el camino del desierto. Al salir de Egipto, los israelitas iban muy bien equipados. (Exodo 13, 18)

  • Cuando el Faraón ya estaba cerca, los israelitas levantaron los ojos y, al ver que los egipcios avanzaban detrás de ellos, se llenaron de pánico e invocaron a gritos al Señor. (Exodo 14, 10)

  • Él arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército, lo mejor de sus soldados se hundió en el Mar Rojo. (Exodo 15, 4)

  • El enemigo decía: ‘Los perseguiré, los alcanzaré, repartiré sus despojos, saciaré mi avidez, desenvainaré la espada, mi mano los destruirá’. (Exodo 15, 9)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina