Talált 419 Eredmények: poder militar

  • Desde la casa de Caifás llevaron a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Pero ellos no entraron en el pretorio, para no contaminarse y poder así participar en la comida de Pascua. (Juan 18, 28)

  • Exaltado por el poder de Dios, él recibió del Padre el Espíritu Santo prometido, y lo ha comunicado como ustedes ven y oyen. (Hechos 2, 33)

  • Al ver esto, Pedro dijo al pueblo: «Israelitas, ¿de qué se asombran? ¿Por qué nos miran así, como si fuera por nuestro poder o por nuestra santidad, que hemos hecho caminar a este hombre? (Hechos 3, 12)

  • Hicieron comparecer a los Apóstoles y los interrogaron: «¿Con qué poder o en nombre de quién ustedes hicieron eso?». (Hechos 4, 7)

  • Así ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano. (Hechos 4, 28)

  • Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima. (Hechos 4, 33)

  • A él, Dios lo exaltó con su poder, haciéndolo Jefe y Salvador, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados. (Hechos 5, 31)

  • Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y signos en el pueblo. (Hechos 6, 8)

  • diciéndoles: «Les ruego que me den ese poder a mí también, para que aquel a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo». (Hechos 8, 19)

  • Tú no tendrás ninguna participación en ese poder, porque tu corazón no es recto a los ojos de Dios. (Hechos 8, 21)

  • cómo Dios ungióa Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder. Él pasó haciendo el bien y curando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con él. (Hechos 10, 38)

  • El Dios de este Pueblo, el Dios de Israel, eligió a nuestros padres y los convirtió en un gran Pueblo, cuando todavía vivían como extranjeros en Egipto. Luego, con el poder de su brazo, los hizo salir de allí (Hechos 13, 17)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina