Talált 325 Eredmények: tomó

  • Entonces Ehúd extendió su mano izquierda, tomó el puñal que llevaba sobre el lado derecho, y lo clavó en el vientre del rey. (Jueces 3, 21)

  • Pero Jael, la esposa de Jéber, sacó una estaca de la carpa, tomó en su mano un martillo y, acercándose a él sigilosamente, le clavó la estaca en la sien, hasta hundirla en la tierra. Sísara estaba profundamente dormido, agotado por el cansancio. Cuando ya estaba muerto, (Jueces 4, 21)

  • Después tomó a los ancianos de la ciudad, recogió espinas y cardos del desierto e hirió con ellos a los hombres de Sucot. (Jueces 8, 16)

  • Abimélec atacó la ciudad durante todo el día. Cuando la tomó, mató a la población, arrasó la ciudad y esparció sal sobre ella. (Jueces 9, 45)

  • Luego tomó por el desierto, bordeando el territorio de Edóm y de Moab, y así llegó hasta la parte oriental del país de Moab. Acampó al otro lado del Arnón, sin violar la frontera de Moab, porque el Arnón está en el límite de Moab. (Jueces 11, 18)

  • Manóaj tomó el cabrito y la oblación, y los ofreció sobre la roca en holocausto al Señor, que es misterioso en sus acciones. Manóaj y su mujer estaban mirando. (Jueces 13, 19)

  • Sansón se fue y cazó trescientos chacales; luego tomó unas antorchas, ató a los animales por la cola, de dos en dos, y les colgó una antorcha entre las colas. (Jueces 15, 4)

  • Allí mismo encontró una quijada de asno, todavía fresca, extendió su mano, la tomó y mató con ella a mil hombres. (Jueces 15, 15)

  • Pero Sansón estuvo acostado sólo hasta la medianoche. Entonces se levantó, tomó las hojas de la Puerta de la ciudad y el marco que la sostenía, los arrancó con barrotes y todo, los cargó sobre sus espaldas, y los subió hasta la cima del monte que está frente a Hebrón. (Jueces 16, 3)

  • Dalila tomó unas cuerdas nuevas y lo ató con ellas. Luego gritó: "¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!". En la habitación había gente emboscada, pero el rompió las cuerdas de sus brazos como si fueran un hilo. (Jueces 16, 12)

  • Así, cuando él devolvió la plata a su madre, ella tomó doscientos siclos de plata y se los entregó al orfebre. Este hizo una estatua revestida de metal fundido, y la pusieron en la casa de Miqueas. (Jueces 17, 4)

  • El sacerdote se puso muy contento; tomó el efod, los ídolos familiares y la estatua, y se incorporó a la tropa. (Jueces 18, 20)


“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina