Talált 306 Eredmények: Jefes

  • Ofreció el rey un gran banquete a todos sus jefes y servidores, el banquete de Ester; concedió un día de descanso a todas las provincias y repartió presentes con real magnificencia. (Ester 2, 18)

  • El día trece del primer mes fueron convocados los secretarios del rey para escribir, según lo ordenado por Amán, a los sátrapas del rey, a los inspectores de cada provincia y a los jefes de todos los pueblos, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; se escribió en nombre del rey Asueno, se selló con el anillo del rey, (Ester 3, 12)

  • y les habló de su gloria y sus riquezas, de sus muchos hijos y de cómo el rey le había encumbrado, elevándole por encima de los jefes y servidores del rey. (Ester 5, 11)

  • Fueron convocados al momento los secretarios del rey, en el mes tercero, que es el mes de Siván, el día veintitrés, y escribieron, según las órdenes de Mardoqueo, a los judíos, a los sátrapas, a los inspectores y a los jefes de todas las provincias, desde la India hasta Etiopía, a las 127 provincias, a cada provincia según su escritura y a cada pueblo según su lengua, y a los judíos según su lengua y escritura. (Ester 8, 9)

  • Todos los jefes de las provincias, los sátrapas, los inspectores y los funcionarios del rey apoyaron a los judíos, porque todos temían a Mardoqueo, (Ester 9, 3)

  • He aquí el texto de la carta: «El gran rey Asuero, a los jefes y gobernadores, súbditos suyos, de las 127 provincias que van desde la India hasta Etiopía, les escribe lo siguiente: (Ester 13, 1)

  • Quitá el ánimo a los jefes del país, los hace vagar por desierto sin camino; (Job 12, 24)

  • La voz de los jefes se ahogaba, su lengua se pegaba al paladar. (Job 29, 10)

  • Jefes y ancianos gimieron, languidecieron doncellas y jóvenes, la belleza de las mujeres se marchitó. (I Macabeos 1, 26)

  • A continuación, Judas nombró jefes del pueblo: jefes de mil hombres, de cien, de cincuenta y de diez. (I Macabeos 3, 55)

  • José, hijo de Zacarías, y Azarías, jefes del ejército, al oír las proezas y combates que aquéllos habían realizado, (I Macabeos 5, 56)

  • De ellos, algunos serán apostados en las fortalezas importantes del rey y otros ocuparán puestos de confianza en el reino. Sus oficiales y jefes salgan de entre ellos, y vivan conforme a sus leyes, como lo ha dispuesto el rey para el país de Judá. (I Macabeos 10, 37)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina