Talált 1673 Eredmények: liberación del pueblo
Enseñaba todos los días en el Templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y también los notables del pueblo buscaban matarle, (Lucas 19, 47)
pero no encontraban qué podrían hacer, porque todo el pueblo le oía pendiente de sus labios. (Lucas 19, 48)
Y sucedió que un día enseñaba al pueblo en el Templo y anunciaba la Buena Nueva; se acercaron los sumos sacerdotes y los escribas junto con los ancianos, (Lucas 20, 1)
Pero si decimos: "De los hombres", todo el pueblo nos apedreará, pues están convencidos de que Juan era un profeta.» (Lucas 20, 6)
Se puso a decir al pueblo esta parábola: «Un hombre plantó una viña y la arrendó a unos labradores, y se ausentó por mucho tiempo. (Lucas 20, 9)
Los escribas y los sumos sacerdotes trataron de echarle mano en aquel mismo momento - pero tuvieron miedo al pueblo - porque habían comprendido que aquella parábola la había dicho por ellos. (Lucas 20, 19)
No pudieron sorprenderle en ninguna palabra ante el pueblo y, maravillados por su respuesta, se callaron. (Lucas 20, 26)
Estando todo el pueblo oyendo, dijo a los discípulos: (Lucas 20, 45)
¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y Cólera contra este pueblo; (Lucas 21, 23)
Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.» (Lucas 21, 28)
Y todo el pueblo madrugaba para ir donde él y escucharle en el Templo. (Lucas 21, 38)
Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo hacerle desaparecer, pues temían al pueblo. (Lucas 22, 2)