Talált 613 Eredmények: no tendrás otros dioses

  • a los otros hijos de Quehat, por clanes, diez ciudades de las tribus de Efraím, de Dan y de la media tribu de Manasés. (Josué 21, 5)

  • «El Dios de los dioses, Yahveh, el Dios de los dioses, Yahveh, lo sabe bien, y que lo sepa también Israel: si ha habido por nuestra parte rebelión o prevaricación contra Yahveh, que no nos salve hoy; (Josué 22, 22)

  • no mezclándoos con esos pueblos que quedan todavía entre vosotros. No recordaréis el nombre de sus dioses ni juraréis por ellos, no les serviréis ni os postraréis ante ellos, (Josué 23, 7)

  • «Si quebrantáis la alianza que Yahveh vuestro Dios os ha impuesto, si vos vais a servir a otros dioses, y os postráis ante ellos, la ira de Yahveh se encenderá contra vosotros y desapareceréis rápidamente de la espléndida tierra que os ha dado.» (Josué 23, 16)

  • Josué dijo a todo el pueblo: «Esto dice Yahveh el Dios de Israel: Al otro lado del Río habitaban antaño vuestros padres, Téraj, padre de Abraham y de Najor, y servían a otros dioses. (Josué 24, 2)

  • «Ahora, pues, temed a Yahveh y servidle perfectamente, con fidelidad; apartaos de los dioses a los que sirvieron vuestros padres más allá del Río y en Egipto y servid a Yahveh. (Josué 24, 14)

  • Pero, si no os parece bien servir a Yahveh, elegid hoy a quién habéis de servir, o a los dioses a quienes servían vuestros padres más allá del Río, o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis ahora. Yo y mi familia serviremos a Yahveh.» (Josué 24, 15)

  • El pueblo respondió: «Lejos de nosotros abandonar a Yahveh para servir a otros dioses. (Josué 24, 16)

  • Si abandonáis a Yahveh para servir a los dioses del extranjero, él a su vez traerá el mal sobre vosotros y acabará con vosotros, después de haberos hecho tanto bien.» (Josué 24, 20)

  • «Entonces, apartad los dioses del extranjero que hay en medio de vosotros e inclinad vuestro corazón hacia Yahveh, Dios de Israel.» (Josué 24, 23)

  • Por eso os digo: No los arrojaré delante de vosotros; serán vuestros opresores y sus dioses una trampa para vosotros.» (Jueces 2, 3)

  • Abandonaron a Yahveh, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y siguieron a otros dioses de los pueblos de alrededor; se postraron ante ellos, irritaron a Yahveh; (Jueces 2, 12)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina