Talált 613 Eredmények: no tendrás otros dioses

  • No tendrás en tu casa medida y medida, una grande y otra pequeña. (Deuteronomio 25, 14)

  • y estos otros los que se situarán, para la maldición, en el monte Ebal: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí. (Deuteronomio 27, 13)

  • Yahveh abrirá para ti los cielos, su rico tesoro, para dar a su tiempo la lluvia necesaria a tu tierra y para bendicir todas tus obras. Prestarás a naciones numerosas, y tú no tendrás que tomar prestado. (Deuteronomio 28, 12)

  • sin apartarte ni a derecha ni a izquierda de ninguna de estas palabras que yo os prescribo hoy, para ir en pos de otros dioses a servirles. (Deuteronomio 28, 14)

  • Yahveh te llevará a ti y al que hayas puesto sobre ti a una nación que ni tú ni tus padres conocíais, y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra. (Deuteronomio 28, 36)

  • Tendrás olivos por todo tu territorio, pero no te ungirás de aceite, porque tus olivos caerán. (Deuteronomio 28, 40)

  • El te prestará, y tú tendrás que tomar prestado; él estará a la cabeza y tú a la zaga. (Deuteronomio 28, 44)

  • Yahveh te dispersará entre todos los pueblos, de un extremo a otro de la tierra, y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, desconocidos de ti y de tus padres. (Deuteronomio 28, 64)

  • Tu vida estará ante ti como pendiente de un hilo, tendrás miedo de noche y de día, y ni de tu vida te sentirás seguro. (Deuteronomio 28, 66)

  • No haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Yahveh vuestro Dios para ir a servir a los dioses de esas naciones. No haya entre vosotros raíz que eche veneno o ajenjo. (Deuteronomio 29, 17)

  • porque se han ido a servir a otros dioses y se han postrado ante ellos, dioses que no conocían y que él no les había dado en suerte. (Deuteronomio 29, 25)

  • Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, si te dejas arrastrar a postrarte ante otros dioses y a darles culto, (Deuteronomio 30, 17)


“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina