Talált 602 Eredmények: palabras humanas

  • Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho.» (Juan 4, 39)

  • Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras, (Juan 4, 41)

  • y decían a la mujer: «Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.» (Juan 4, 42)

  • Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?» (Juan 5, 47)

  • «El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. (Juan 6, 63)

  • Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, (Juan 6, 68)

  • Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Este es verdaderamente el profeta.» (Juan 7, 40)

  • Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. (Juan 8, 9)

  • Estas palabras las pronunció en el Tesoro, mientras enseñaba en el Templo. Y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora. (Juan 8, 20)

  • El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios.» (Juan 8, 47)

  • Se produjo otra vez una disensión entre los judíos por estas palabras. (Juan 10, 19)

  • Pero otros decían: «Esas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?» (Juan 10, 21)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina