Talált 2225 Eredmények: poder en Israel

  • Cuando anunciaron al rey de Egipto que había huido el pueblo, se mudó el corazón de Faraón y de sus servidores respecto del pueblo, y dijeron: «¿Qué es lo que hemos hecho dejando que Israel salga de nuestro servicio?» (Exodo 14, 5)

  • Se puso en marcha el Angel de Yahveh que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, (Exodo 14, 19)

  • Trastornó la ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Y exclamaron los egipcios: «Huyamos ante Israel, porque Yahveh pelea por ellos contra los egipcios.» (Exodo 14, 25)

  • Aquel día salvó Yahveh a Israel del poder de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a orillas del mar. (Exodo 14, 30)

  • Y viendo Israel la mano fuerte que Yahveh había desplegado contra los egipcios, temió el pueblo a Yahveh, y creyeron en Yahveh y en Moisés, su siervo. (Exodo 14, 31)

  • Guiaste en tu bondad al pueblo rescatado. Tu poder los condujo a tu santa morada. (Exodo 15, 13)

  • Entonces Moisés invocó a Yahveh, y Yahveh le mostró un madero que Moisés echó al agua, y el agua se volvió dulce. Allí dio a Israel decretos y normas, y allí le puso a prueba. (Exodo 15, 25)

  • La casa de Israel lo llamó maná. Era como semilla de cilantro, blanco, y con sabor a torta de miel. (Exodo 16, 31)

  • Respondió Yahveh a Moisés: «Pasa delante del pueblo, llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el Río y vete, (Exodo 17, 5)

  • que allí estaré yo ante ti, sobre la piña, en Horeb; golpearás la peña, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.» Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel. (Exodo 17, 6)

  • Vinieron los amalecitas y atacaron a Israel en Refidim. (Exodo 17, 8)

  • Y sucedió que, mientras Moisés tenía alzadas las manos, prevalecía Israel; pero cuando las bajaba, prevalecía Amalec. (Exodo 17, 11)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina