Talált 68 Eredmények: Cabezas

  • Sobre su cuerpo y sus cabezas revolotean las lechuzas, los vencejos y otros pájaros; también tienen gatos encima. (Baruc 6, 21)

  • Y en sus templos los sacerdotes están sentados, con las túnicas desgarradas, las cabezas y las barbas rapadas y con la cabeza descubierta; (Baruc 6, 30)

  • Sobre los seres había una especie de firmamento, esplendoroso como un cristal extendido por encima de sus cabezas, (Ezequiel 1, 22)

  • Entonces resonó una voz desde el firmamento que había sobre sus cabezas. (Ezequiel 1, 25)

  • Por encima del firmamento que se extendía sobre sus cabezas apareció como una piedra de zafiro en forma de trono; y sobre esta especie de trono, una figura de aspecto semejante al de un hombre, que se erguía sobre él. (Ezequiel 1, 26)

  • Les dirás: Esto dice el Señor Dios: ¡Ay de aquellas que cosen bandas para toda clase de puños y hacen velos para cabezas de todas las tallas, con ánimo de cazar sus vidas! Queréis cazar la vida de las gentes de mi pueblo y salvaguardar vuestra propia vida. (Ezequiel 13, 18)

  • con cinto en las caderas, amplios turbantes en sus cabezas, con aspecto de grandes señores todos ellos; eran retratos de babilonios, cuyo país de origen es Caldea. (Ezequiel 23, 15)

  • Y lanzarán su clamor por ti, gritarán amargamente, se echarán polvo sobre sus cabezas, se revolcarán en la ceniza. (Ezequiel 27, 30)

  • Después vi otra bestia, como un leopardo, con cuatro alas de ave en su dorso; tenía también cuatro cabezas y le fue dado el poder. (Daniel 7, 6)

  • Como ellos le llevaban la contraria y lo insultaban, se sacudió la ropa y dijo: "Que vuestra sangre caiga sobre vuestras cabezas; yo soy inocente; desde ahora me iré con los paganos". (Hechos 18, 6)

  • Las langostas se parecían a caballos preparados para la guerra: en sus cabezas tenían coronas como de oro, y sus rostros eran como los de los hombres; (Apocalipsis 9, 7)

  • Así vi a los caballos y a los jinetes: éstos tenían corazas de color de fuego, de jacinto y de azufre; los caballos tenían las cabezas como las de los leones, y de su boca salía fuego y azufre. (Apocalipsis 9, 17)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina