Talált 51 Eredmények: Cadáveres
Pasó a espada a los varones, arrasó la ciudad, se apoderó del botín y pasó por encima de los cadáveres. (I Macabeos 5, 51)
Cuando se acercó a Asdod le mostraron el templo de Dagón incendiado, Asdod y sus alrededores destruidos, los cadáveres abandonados y los restos calcinados de todos los que Jonatán había quemado en la guerra, pues habían hecho montones a lo largo del recorrido del rey. (I Macabeos 11, 4)
Cuando ya los cadáveres se amontonaban unos sobre otros, él se interpuso, aplacó la ira y le cortó el camino hacia los vivos. (Sabiduría 18, 23)
Por eso la ira del Señor se ha encendido contra su pueblo, extendió su mano contra él y lo hirió; temblaron los montes; sus cadáveres fueron como carroña en medio de las calles. Con todo, su cólera no ha amainado; su mano aún está extendida. (Isaías 5, 25)
Pero revivirán tus muertos, sus cadáveres resucitarán. Despertaos, regocijaos los que yacéis en el polvo; porque rocío de luz es tu rocío, y el país de las sombras dará a luz. (Isaías 26, 19)
Los muertos son tirados a la calle, el hedor de sus cadáveres se expande, la sangre cunde de los montes. (Isaías 34, 3)
Aquella misma noche el ángel del Señor salió e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres. Por la mañana, al despertar, no se veía más que cadáveres. (Isaías 37, 36)
Y al salir verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí. Su gusano no morirá ni se extinguirá su fuego y serán un horror para todo el mundo. (Isaías 66, 24)
Los cadáveres de este pueblo serán pasto de las aves del cielo y de las bestias de la tierra, que nadie ahuyentará. (Jeremías 7, 33)
Los cadáveres de los hombres yacen como estiércol en los campos, como gavillas tras el segador, sin haber quién las recoja". (Jeremías 9, 21)
Morirán de mala muerte; no serán llorados ni sepultados, sino que quedarán como estiércol en el campo; perecerán por la espada y el hambre, y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las bestias salvajes". (Jeremías 16, 4)
Pero primero les haré pagar el doble su iniquidad y sus pecados. Porque han profanado mi tierra con los cadáveres de sus ídolos y han atestado mi heredad con sus horrores". (Jeremías 16, 18)