Talált 51 Eredmények: Cadáveres

  • En este lugar yo haré fracasar la política de Judá y de Jerusalén; los haré caer a espada ante sus enemigos, en manos de aquellos que buscan su muerte, y daré sus cadáveres como pasto a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. (Jeremías 19, 7)

  • Y todo el valle de los cadáveres y de la ceniza, así como todos los campos a lo largo del torrente Cedrón, hasta el ángulo de la puerta de los Caballos por oriente, serán consagrados al Señor; no volverán a ser destruidos ni devastados jamás. (Jeremías 31, 40)

  • para aquellos que vienen a combatir contra los caldeos. Pero esto no conducirá a otra cosa que a llenar la ciudad de los cadáveres de aquellos a quienes yo hiera en mi cólera y mi furor al retirar mi rostro de esta ciudad por motivo de toda su perversidad: (Jeremías 33, 5)

  • los entregaré en manos de sus enemigos, en manos de aquellos que buscan su muerte. Sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las bestias del campo. (Jeremías 34, 20)

  • La cisterna en la que Ismael echó los cuerpos de los hombres matados es la que hizo excavar el rey Asá contra Basá, rey de Israel. Ismael, hijo de Netanías, la llenó de cadáveres. (Jeremías 41, 9)

  • Si se les pone derechos, no pueden moverse por sí mismos; si se les inclina, no logran enderezarse solos; como delante de cadáveres, se les presentan las ofrendas. (Baruc 6, 26)

  • pondré los cadáveres de los israelitas delante de sus ídolos y esparciré vuestros huesos alrededor de vuestros altares. (Ezequiel 6, 5)

  • Y sabréis que yo soy el Señor, cuando sus cadáveres, atravesados, estén allí en medio de sus ídolos, alrededor de sus altares, en toda colina elevada, en la cima de todos los montes, bajo todo árbol verde y bajo toda encina frondosa, dondequiera que hayan quemado los perfumes agradables a todos sus ídolos. (Ezequiel 6, 13)

  • Vosotros habéis multiplicado las víctimas en esta ciudad, habéis llenado de cadáveres sus calles. (Ezequiel 11, 6)

  • La voz me decía: "Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono y el lugar donde se posarán mis pies, donde yo habitaré, en medio de los israelitas, para siempre. El pueblo de Israel no profanará más mi santo nombre, como tampoco sus monarcas, con sus fornicaciones, ni con los cadáveres de sus reyes difuntos. (Ezequiel 43, 7)

  • De ahora en adelante alejarán de mí sus fornicaciones y los cadáveres de sus reyes, y yo moraré en medio de ellos para siempre. (Ezequiel 43, 9)

  • El pariente que saque los cadáveres de la casa dirá al que está dentro de ella: "¿Hay alguno contigo?". Responderá: "Ninguno". Él dirá: "¡Silencio!". No pronunciemos el nombre del Señor. (Amós 6, 10)


“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina