Talált 190 Eredmények: Caminos

  • Como barro en manos de alfarero todos los caminos son según su beneplácito , así los hombres en manos de su hacedor, que dará a cada uno según su voluntad. (Eclesiástico 33, 13)

  • Si lo maltratas, se marcha y se extravía, ¿por qué caminos lo buscarás? (Eclesiástico 33, 33)

  • Sus caminos son rectos para los justos, para los malvados son escabrosos. (Eclesiástico 39, 24)

  • Pusieron fuego a la ciudad santa y convirtieron en desierto sus caminos, (Eclesiástico 49, 6)

  • También mencionó a Job, que anduvo siempre por los caminos de la justicia. (Eclesiástico 49, 9)

  • vendrán muchos pueblos y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y caminemos por sus sendas. Pues de Sión saldrá la ley y de Jerusalén la palabra del Señor. (Isaías 2, 3)

  • Desiertos están los caminos, ya no pasan caminantes; se ha roto la alianza y se han despreciado los testimonios; no se hace caso de nadie. (Isaías 33, 8)

  • Que los valles se eleven, que las montañas y colinas se abajen, que los caminos tortuosos se hagan rectos y los escabrosos llanos. (Isaías 40, 4)

  • ¿De quién tomó consejo para juzgar, para conocer la senda de la justicia, para aprender la ciencia e instruirse en los caminos de la sabiduría? (Isaías 40, 14)

  • Él los persigue, y sigue tranquilo por caminos que sus pies no pisaron. (Isaías 41, 3)

  • Guiaré a los ciegos por caminos que no conocen, por senderos ignorados los haré caminar; ante ellos cambiaré las tinieblas en luz, y en llano el terreno pedregoso. Todo esto es lo que voy a hacer y lo haré sin falta. (Isaías 42, 16)

  • ¿Quién ha entregado a Jacob al saqueo, y a Israel a los depredadores? ¿No ha sido el Señor, contra quien pecamos, cuyos caminos no quisimos seguir, ni escuchamos su ley? (Isaías 42, 24)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina