Talált 6029 Eredmények: Dios está conmigo
Revelación de Jesucristo, que Dios le ha dado para mostrar a sus servidores lo que va a suceder en seguida; Dios la ha dado a conocer, por medio de un ángel, a su siervo Juan, (Apocalipsis 1, 1)
el cual atestigua, como palabra de Dios y testimonio de Jesucristo, todo lo que ha visto. (Apocalipsis 1, 2)
Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y observen su contenido, porque el tiempo está cerca. (Apocalipsis 1, 3)
y nos ha hecho un reino de sacerdotes para su Dios y Padre; a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. (Apocalipsis 1, 6)
Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el todopoderoso. (Apocalipsis 1, 8)
Yo, Juan, vuestro hermano y vuestro compañero en el sufrimiento, en el reino y en la constancia, en Jesús, yo me encontraba en la isla de Patmos por haber predicado la palabra de Dios y por haber dado testimonio de Jesús. (Apocalipsis 1, 9)
El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios. (Apocalipsis 2, 7)
Sé dónde vives. Allí está el trono de Satanás; pero permaneces fiel a mi nombre y no has renegado de mi fe, ni siquiera en los días de Antipas, mi fiel testigo, al que mataron en vuestra ciudad, donde vive Satanás. (Apocalipsis 2, 13)
Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira: Esto es lo que dice el hijo de Dios, que tiene los ojos como una llama y los pies como el bronce fundido a fuego. (Apocalipsis 2, 18)
En cuanto a vosotros, los demás fieles de Tiatira, todos los que no compartís esta doctrina, que no habéis conocido los secretos de Satanás -como ellos dicen-, declaro que no os impongo otra carga; (Apocalipsis 2, 24)
Escribe al ángel de la Iglesia de Sardes: Esto es lo que dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas. Conozco tus obras: tú pasas por vivo, pero estás muerto. (Apocalipsis 3, 1)
Despierta y consolida lo que queda y está a punto de perecer, porque no he encontrado tus obras perfectas delante de Dios. (Apocalipsis 3, 2)