Talált 79 Eredmények: Eliseo

  • Un día Eliseo pasaba por Sunán. Vivía allí una mujer distinguida, que le invitó con insistencia a comer. Y en adelante, siempre que pasaba, se paraba allí a comer. (II Reyes 4, 8)

  • Un día llegó Eliseo, se retiró al aposento y se acostó. (II Reyes 4, 11)

  • Eliseo ordenó a su criado: "Dile: Nos estás prodigando toda clase de cuidados; ¿qué podría hacer por ti? ¿Tienes alguna solicitud que elevar al rey o al jefe del ejército?". Ella respondió: "En medio de mi pueblo vivo". (II Reyes 4, 13)

  • Eliseo dijo: "¿Qué podríamos hacer por ella?". Guejazí respondió: "¡No tiene hijos y su marido es ya viejo!". (II Reyes 4, 14)

  • Eliseo le dijo: "Llámala". La llamó, y ella se presentó a la puerta. (II Reyes 4, 15)

  • Eliseo le dijo: "El año próximo, por estas fechas, tendrás en brazos un hijo". Ella respondió: "No, señor mío, hombre de Dios, no engañes a tu sierva". (II Reyes 4, 16)

  • Y aquella mujer concibió, y al año siguiente, por aquellas fechas, dio a luz un hijo, tal como Eliseo le había anunciado. (II Reyes 4, 17)

  • Entonces Eliseo dijo a Guejazí: "Cíñete los lomos, toma en la mano mi bastón y vete. Si encuentras a alguien, no le saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Pon mi bastón sobre el rostro del niño". (II Reyes 4, 29)

  • Pero la madre del niño replicó: "¡Por el Señor y por tu vida que no te dejaré!". Eliseo se levantó y la siguió. (II Reyes 4, 30)

  • Guejazí se les adelantó y puso el bastón sobre el rostro del niño, pero no resolló ni dio señal de vida. Entonces fue al encuentro de Eliseo, y le dijo: "El niño no se ha despertado". (II Reyes 4, 31)

  • Cuando Eliseo llegó a la casa, el niño estaba muerto, echado en su cama. (II Reyes 4, 32)

  • Eliseo se apartó y se puso a pasear por la casa de acá para allá. Luego subió y se tendió sobre él. Entonces el niño estornudó hasta siete veces y abrió los ojos. (II Reyes 4, 35)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina