Talált 97 Eredmények: Fuerzas

  • el pan que le da fuerzas, y el vino que le alegra el corazón y hace brillar su rostro más que el mismo aceite. (Salmos 104, 15)

  • Refirieron a los ministros del rey y a las fuerzas estacionadas en Jerusalén, ciudad de David, que algunos hombres, transgresores de la orden del rey, se habían refugiado en el desierto. (I Macabeos 2, 31)

  • Cuando el rey Antíoco se enteró de todo esto montó en cólera y mandó reclutar todas las fuerzas de su reino para formar un poderosísimo ejército. (I Macabeos 3, 27)

  • contra quienes debía mandar el ejército para aplastar y destruir las fuerzas de Israel y las que quedaban en Jerusalén hasta borrar su memoria de aquel lugar, (I Macabeos 3, 35)

  • Además tienen mercenarios árabes como fuerzas auxiliares y están acampados al otro lado del torrente, dispuestos a atacarte". Judas fue a su encuentro. (I Macabeos 5, 39)

  • Pero los judíos, al ver las fuerzas del rey y el valor de su ejército, se retiraron. (I Macabeos 6, 47)

  • Si tienes confianza en tus tropas, baja a la llanura y allí mediremos nuestras fuerzas, pues yo tengo conmigo la flor de los combatientes. (I Macabeos 10, 71)

  • Viendo el rey Demetrio que el país estaba tranquilo y que nadie se le oponía, licenció a sus soldados, mandándolos a sus hogares, excepto las fuerzas extranjeras reclutadas en las islas de los gentiles; pero esto le trajo la hostilidad de los soldados de su padre. (I Macabeos 11, 38)

  • Jonatán supo que los generales de Demetrio habían vuelto con fuerzas más numerosas que antes para luchar contra él. (I Macabeos 12, 24)

  • Fortificó las ciudades de Judea y de Bet Sur, villa fronteriza de Judea, donde antes se encontraban las fuerzas enemigas, y destacó allí una guarnición judía. (I Macabeos 14, 33)

  • El año 174, Antíoco entró en la tierra de sus padres; todas las fuerzas armadas se le unieron, quedando sólo pocos partidarios de Trifón. (I Macabeos 15, 10)

  • El rey Antíoco acampó frente a Dora, en el suburbio, avanzando siempre con sus fuerzas, sirviéndose de las máquinas. Estrechó el cerco tanto, que nadie podía ni entrar ni salir. (I Macabeos 15, 25)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina