Talált 399 Eredmények: Gloria
Levanta los ojos y mira a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue confiado, la grey de tu gloria? (Jeremías 13, 20)
Trono de gloria, desde el principio excelso, es nuestro lugar santo. (Jeremías 17, 12)
Cúrame, Señor, y quedaré curado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi gloria. (Jeremías 17, 14)
Y todo ello me granjeará renombre, gozo, alabanza y gloria entre las naciones de la tierra que, al conocer todo el bien que yo he hecho a los míos, quedarán maravillados y admirados por todos los bienes, por toda la prosperidad que yo les concederé". (Jeremías 33, 9)
¡Cómo ha sido tomada y conquistada la que era gloria de toda la tierra! ¡Cómo ha quedado hecha un horror Babilonia entre las naciones! (Jeremías 51, 41)
¡Ay, cómo el Señor en su ira ha cubierto de sombras a la hija de Sión! Ha precipitado del cielo a la tierra la gloria de Israel: ¡No quiere acordarse del estrado de sus pies, en el día de su ira! (Lamentaciones 2, 1)
Abre los ojos y mira, que no son los muertos en el abismo, aquellos cuyo espíritu fue separado de sus entrañas, los que celebran tu gloria y tu justicia, (Baruc 2, 17)
sino el alma cargada de aflicción, el que camina encorvado y extenuado, los ojos lánguidos y el estómago hambriento, ésos son los que celebran tu gloria y tu justicia, Señor. (Baruc 2, 18)
No cedas tu gloria a otro, ni tu dignidad a nación extranjera. (Baruc 4, 3)
Y como las vecinas de Sión ven ahora vuestro cautiverio, así verán pronto vuestra salvación de parte de Dios, que os llegará con gran gloria y esplendor del eterno. (Baruc 4, 24)
Mira, vuelven tus hijos, los que viste partir; vuelven reunidos desde oriente a occidente, por la palabra del santo, alegres de la gloria de Dios. (Baruc 4, 37)
Jerusalén, quítate tu ropa de luto y aflicción y vístete para siempre la magnificencia de la gloria que te viene de Dios. (Baruc 5, 1)