Talált 959 Eredmények: Hor

  • Siendo, pues, colaboradores, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios. (II Corintios 6, 1)

  • Porque él dice: En el tiempo propicio te escuché y en el día de la salvación te ayudé. Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de la salvación. (II Corintios 6, 2)

  • ahora me alegro; no porque os entristecisteis, sino porque esa tristeza sirvió para vuestro arrepentimiento. Como fue una tristeza querida por Dios, no os hice ningún daño. (II Corintios 7, 9)

  • Por eso, ahora vuestra abundancia debe socorrer su pobreza, y un día su abundancia socorrerá vuestra pobreza. Y así reinará la igualdad, (II Corintios 8, 14)

  • Os envío con ellos a uno de nuestros hermanos, cuya entrega he podido comprobar muchas veces y en diversas ocasiones, y mucho más ahora, por la gran confianza que tiene en vosotros. (II Corintios 8, 22)

  • Por tercera vez estoy a punto de ir a veros, y tampoco seré una carga para vosotros; pues no busco vuestras cosas, sino a vosotros mismos. Porque no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos. (II Corintios 12, 14)

  • Lo dije entonces, en mi segunda visita, y lo vuelvo a decir ahora, lejos de vosotros, a los que pecaron antes, como a todos los demás; cuando vuelva no andaré con miramientos, (II Corintios 13, 2)

  • Fue crucificado en razón de su flaqueza, pero ahora vive por el poder de Dios. Yo también participo de su debilidad y participaré, frente a vosotros, de su poderosa vida divina. (II Corintios 13, 4)

  • Por eso escribo esto ahora que estoy ausente, para que cuando esté presente no tenga que proceder con severidad, en virtud del poder que el Señor me ha dado para edificar y no para destruir. (II Corintios 13, 10)

  • Tan sólo oían decir: El que antes nos perseguía, ahora anuncia la fe que trataba de destruir; (Gálatas 1, 23)

  • Ahora bien, Dios hizo las promesas a Abrahán y a su descendencia. No dice "a tus descendientes", como si fueran muchos, sino a tu descendencia, refiriéndose a Cristo. (Gálatas 3, 16)

  • Ahora bien, antes de venir la fe estábamos encerrados bajo la custodia de la ley, en espera de la fe que debía manifestarse. (Gálatas 3, 23)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina