Talált 1764 Eredmények: Israel

  • reuniré a todas las naciones y las haré bajar al valle de Josafat, y allí las juzgaré por lo que hicieron con mi pueblo Israel, a quien dispersaron entre las gentes, y con mi tierra, que se repartieron. (Joel 4, 2)

  • Mensaje de Amós, uno de los pastores de Técoa. Visión que tuvo acerca de Israel en los días de Ozías, rey de Judá, y en los días de Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto. (Amós 1, 1)

  • Esto dice el Señor: Por tres crímenes de Israel y por cuatro no le perdonaré; porque ha vendido al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; (Amós 2, 6)

  • Porque el día en que castigue los crímenes de Israel, castigaré los altares de Betel, serán rotos los cuernos del altar y caerán por tierra. (Amós 3, 14)

  • Por eso, te voy a tratar así, Israel; y porque te voy a tratar así, dispónte a comparecer ante tu Dios. (Amós 4, 12)

  • Escuchad esta palabra que pronuncio contra vosotros, un canto fúnebre, ¡oh casas de Israel! (Amós 5, 1)

  • La virgen de Israel cayó por tierra y no hay quien la levante. (Amós 5, 2)

  • Esto dice el Señor a la casa de Israel: Buscadme y viviréis. (Amós 5, 4)

  • Ay de los que ponen su seguridad en Sión y de los que confían en el monte de Samaría, los que se consideran los jefes del primero de los pueblos y a los cuales viene la casa de Israel. (Amós 6, 1)

  • Porque yo suscitaré contra vosotros, casa de Israel -oráculo del Señor, Dios omnipotente-, una nación que os oprimirá desde la entrada de Jamat hasta el torrente de la Arabá. (Amós 6, 14)

  • El Señor me dijo: "¿Qué ves, Amós?". Respondí: "Una plomada". Y el Señor me dijo: "Pongo la plomada en medio de mi pueblo Israel, y no le perdonaré por más tiempo. (Amós 7, 8)

  • Serán devastadas las colinas de Isaac, los santuarios de Israel serán destruidos y me alzaré con la espada contra la casa de Jeroboán". (Amós 7, 9)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina