Talált 428 Eredmények: Josué y los ancianos

  • Moisés salió fuera y comunicó al pueblo las palabras del Señor. Reunió a los setenta ancianos del pueblo y los puso alrededor de la tienda. (Números 11, 24)

  • El Señor bajó en la nube y habló a Moisés. Tomó una parte del espíritu que tenía Moisés y se la dio a los setenta ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos se pusieron a profetizar, pero no continuaron. (Números 11, 25)

  • Josué, hijo de Nun, que desde su juventud había servido a Moisés, dijo: "Señor mío Moisés, prohíbeselo". (Números 11, 28)

  • Moisés se volvió al campamento con los ancianos de Israel. (Números 11, 30)

  • Éstos son los nombres de los exploradores que Moisés envió a reconocer la tierra. Moisés dio a Osea, hijo de Nun, el nombre de Josué. (Números 13, 16)

  • Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, que habían estado entre los exploradores de la tierra, se rasgaron las vestiduras (Números 14, 6)

  • Os juro que no entraréis en la tierra en la que, mano en alto, había jurado estableceros, excepto Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun. (Números 14, 30)

  • Solamente Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, quedaron con vida entre los hombres que habían ido a explorar la tierra. (Números 14, 38)

  • Moisés se levantó, se acercó a Datán y Abirán, seguido por los ancianos de Israel, (Números 16, 25)

  • Moab dijo a los ancianos de Madián: "Esta muchedumbre va a devorar ahora nuestros contornos como devora un buey la hierba del campo". Era entonces rey de Moab Balac, hijo de Sipor, (Números 22, 4)

  • Los ancianos de Moab y de Madián partieron llevando consigo el precio del agüero. Llegaron a Balaán y le comunicaron las palabras de Balac. (Números 22, 7)

  • pues el Señor había dicho: "Éstos morirán en el desierto y no quedará ninguno, excepto Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun". (Números 26, 65)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina