Talált 428 Eredmények: Josué y los ancianos

  • Luego Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: "Sé fuerte y ten ánimo, pues tú debes llevar a este pueblo a la tierra que el Señor juró dar a sus padres; eres tú quien le dará posesión de ella. (Deuteronomio 31, 7)

  • Moisés escribió luego esta ley y la entregó a los sacerdotes levitas, que llevaban el arca de la alianza del Señor, y a todos los ancianos de Israel. (Deuteronomio 31, 9)

  • El Señor dijo a Moisés: "Se avecina el día de tu muerte. Llama a Josué, y presentaos ante la tienda de la reunión para que yo le dé mis órdenes". Moisés y Josué se presentaron ante la tienda de la reunión. (Deuteronomio 31, 14)

  • Y el Señor dio estas órdenes a Josué, hijo de Nun: "Sé fuerte y ten ánimo, pues tú eres quien debe llevar a los israelitas a la tierra que les he prometido; yo estaré contigo". (Deuteronomio 31, 23)

  • Reunid junto a mí a todos los ancianos y jefes de vuestras tribus para que yo les recite estas palabras y ponga al cielo y a la tierra contra ellos. (Deuteronomio 31, 28)

  • Recuerda los tiempos pasados, considera los años de edad en edad. Pregunta a tu padre, que te lo cuente; a tus ancianos, que te lo digan. (Deuteronomio 32, 7)

  • Moisés, acompañado de Josué, hijo de Nun pronunció este cántico desde el principio hasta el fin. (Deuteronomio 32, 44)

  • Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, como lo había ordenado Moisés. (Deuteronomio 34, 9)

  • Después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, dijo el Señor a Josué, hijo de Nun y colaborador de Moisés: (Josué 1, 1)

  • Entonces Josué dio a los jefes del pueblo la orden siguiente: (Josué 1, 10)

  • Ellos respondieron a Josué: "Haremos todo lo que nos has mandado e iremos donde nos envíes. (Josué 1, 16)

  • Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sittín dos espías con esta consigna: "Id a explorar la tierra de Jericó". Ellos fueron y entraron en casa de una prostituta llamada Rajab, y se alojaron allí. (Josué 2, 1)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina