Talált 476 Eredmények: Lea

  • Los jefes de todo el pueblo, todas las tribus de Israel, asistieron a la asamblea del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sabían manejar la espada. (Jueces 20, 2)

  • y Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba a su servicio. Ellos preguntaron: "¿Saldremos otra vez a luchar contra nuestros hermanos de Benjamín, o nos damos por vencidos?". El Señor contestó: "Id, porque mañana los entregaré en vuestras manos". (Jueces 20, 28)

  • Se preguntaron: "¿Quién de entre todas las tribus de Israel no acudió a la asamblea del Señor?". Porque habían jurado solemnemente que quien no subiese a Mispá ante el Señor sería castigado con la muerte. (Jueces 21, 5)

  • Entonces se preguntaron: "¿Hay alguno de entre las tribus de Israel que no haya subido a Mispá ante el Señor?". Y resultó que ninguno de Yabés de Galaad había venido al campamento, a la asamblea. (Jueces 21, 8)

  • Entonces la asamblea envió doce mil hombres de los más valientes con esta orden: "Id y pasad a espada a todos los habitantes de Yabés de Galaad, a las mujeres y a los niños. (Jueces 21, 10)

  • Toda la asamblea envió mensajeros a los de Benjamín, que estaban en la roca de Rimón, para ofrecerles la paz. (Jueces 21, 13)

  • Los empleará como jefes de mil, de ciento y de cincuenta; los hará trabajar sus campos, segar sus mieses, fabricar sus armas de guerra y el atalaje de sus carros. (I Samuel 8, 12)

  • Se adueñará de vuestros criados y criadas, de vuestros mejores bueyes y asnos para emplearlos en su servicio. (I Samuel 8, 16)

  • Aquís llamó a David y le dijo: "Vive el Señor, que eres un hombre leal y me ha agradado siempre tu comportamiento en el ejército; no tengo nada que reprocharte desde el día en que viniste hasta hoy; pero no eres grato a los ojos de los jefes. (I Samuel 29, 6)

  • Después de él, Eleazar, hijo de Dodó, el ajojita, uno de los tres héroes; estaba con David en Pasdamín, cuando los filisteos se reunieron allí para la lucha y los israelitas se retiraron. (II Samuel 23, 9)

  • Pero él se mantuvo firme y estuvo matando filisteos hasta que su mano se cansó y se le quedó pegada a la espada. El Señor otorgó aquel día una gran victoria y el ejército se volvió tras Eleazar, pero sólo para recoger el botín. (II Samuel 23, 10)

  • En la construcción del templo se emplearon piedras entalladas en la misma cantera, de suerte que mientras se construía el edificio no se oyó golpe de martillo, de hacha u otro cualquier instrumento de hierro en el templo. (I Reyes 6, 7)


“Jesus vê, conhece e pesa todas as suas ações.” São Padre Pio de Pietrelcina