Talált 220 Eredmények: Medidas del Arca

  • Ahora, pues, levántate, Señor Dios, ven al lugar de tu morada, ven con el arca de tu poder. Que tus sacerdotes, Señor Dios, se revistan de salvación, que tus fieles gocen de felicidad. (II Crónicas 6, 41)

  • Salomón trasladó a la hija del Faraón de la ciudad de David al palacio que había construido para ella, pues se decía: "Una mujer mía no puede habitar en el palacio de David, rey de Israel, porque los lugares donde ha estado el arca del Señor son lugares santos". (II Crónicas 8, 11)

  • El rey mandó hacer un arca, y la puso en la puerta del templo del Señor por la parte de fuera. (II Crónicas 24, 8)

  • y todos los jefes y el pueblo entero vinieron con alegría a depositar su dinero en el arca hasta llenarla. (II Crónicas 24, 10)

  • Cuando llegaba el momento de llevar el arca a la intendencia del rey, que estaba en manos de los levitas, si veían que contenía mucho dinero, el secretario real y el comisario del sumo sacerdote la vaciaban y la ponían de nuevo en su sitio. Así hicieron día tras día, llegando a reunir gran cantidad de dinero. (II Crónicas 24, 11)

  • Luego dijo a los levitas encargados de instruir a todo Israel y consagrados al Señor: "Colocad el arca santa en el templo que edificó Salomón, hijo de David, y rey de Israel; ya no será un peso para vuestros hombros. Ahora serviréis al Señor, vuestro Dios, y a su pueblo Israel. (II Crónicas 35, 3)

  • Él creía que con semejantes medidas quedaríamos aislados, y entonces habría podido transferir a los medos el imperio de los persas. (Ester 16, 14)

  • Levántate, Señor, ven al lugar de tu reposo tú y el arca donde reside tu poder; (Salmos 132, 8)

  • Se dice también en los documentos que el profeta, ilustrado por revelación de Dios, mandó que llevaran tras él el tabernáculo y el arca. Salió hasta el monte a donde Moisés había subido para contemplar la tierra prometida por Dios. (II Macabeos 2, 4)

  • Una vez arriba, Jeremías encontró una caverna y en ella metió el tabernáculo, el arca y el altar del incienso, y cerró la entrada. (II Macabeos 2, 5)

  • Apolonio, hijo de Menesteo, enviado a Egipto para la entronización de Tolomeo Filométor, hizo saber a Antíoco que aquel rey no aprobaba su política y sus planes, y por esto se dispuso a tomar medidas para su propia seguridad. Con este fin marchó a Jafa, y después se detuvo en Jerusalén. (II Macabeos 4, 21)

  • y cuando os hayáis multiplicado y fructificado en el país, en aquellos días -dice el Señor- no se dirá ya: ¿Dónde está el arca de la alianza del Señor? No se pensará más en ella, no se la recordará más, no se echará de menos ni se hará otra nueva. (Jeremías 3, 16)


“Jesus está com você, e o Cireneu não deixa de ajudar-te a subir o Calvário.” São Padre Pio de Pietrelcina