Talált 325 Eredmények: Saúl

  • Saúl dijo a Samuel: "He pecado traspasando la orden del Señor y tus palabras, porque temí al pueblo y accedí a sus palabras. (I Samuel 15, 24)

  • Samuel se dio la vuelta para marcharse, y Saúl le agarró por la orla del manto, que se rompió. (I Samuel 15, 27)

  • Saúl contestó: "He pecado; pero ahora, por favor, ríndeme honores ante los ancianos de mi pueblo y ante Israel y vuelve conmigo para que yo adore al Señor, tu Dios". (I Samuel 15, 30)

  • Samuel volvió con Saúl, y éste adoró al Señor. (I Samuel 15, 31)

  • Después Samuel se fue a Ramá, y Saúl a su casa, a Guibeá de Saúl. (I Samuel 15, 34)

  • Samuel no volvió a ver a Saúl hasta el día de su muerte. Samuel lloraba por Saúl porque el Señor se había arrepentido de haber hecho a Saúl rey de Israel. (I Samuel 15, 35)

  • El Señor dijo a Samuel: "¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, siendo así que yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite. Yo te envío a casa de Jesé, de Belén, porque me he elegido un rey entre sus hijos". (I Samuel 16, 1)

  • Samuel dijo: "¿Cómo voy a ir? Cuando se entere Saúl, me matará". El Señor le contestó: "Lleva contigo una ternera, y dirás: He venido a ofrecer un sacrificio al Señor. (I Samuel 16, 2)

  • El espíritu del Señor se había retirado de Saúl, y un espíritu maligno, enviado por el Señor, se apoderó de él. (I Samuel 16, 14)

  • Entonces los servidores de Saúl le dijeron: "Un espíritu maligno, enviado por Dios, se apodera de ti. (I Samuel 16, 15)

  • Saúl contestó a sus servidores: "Buscadme un hombre que toque bien y traédmelo". (I Samuel 16, 17)

  • Saúl envió mensajeros a decir a Jesé: "Mándame a tu hijo David, el que está con las ovejas". (I Samuel 16, 19)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina