Talált 5031 Eredmények: alimento para el alma

  • Al único Dios, nuestro Salvador, que es poderoso para guardaros sin pecado y presentaros intachables ante su gloria con alegría, (Judas 1, 24)

  • Revelación de Jesucristo, que Dios le ha dado para mostrar a sus servidores lo que va a suceder en seguida; Dios la ha dado a conocer, por medio de un ángel, a su siervo Juan, (Apocalipsis 1, 1)

  • y nos ha hecho un reino de sacerdotes para su Dios y Padre; a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. (Apocalipsis 1, 6)

  • Me volví para ver quién me hablaba; y, al volverme, vi siete candelabros de oro, (Apocalipsis 1, 12)

  • No te acobardes ante lo que vas a sufrir. El diablo va a encarcelar a algunos de vosotros; es para poneros a prueba; sufriréis una prueba de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida. (Apocalipsis 2, 10)

  • Ya le he dado tiempo para que se arrepienta, pero ella no quiere convertirse de su lujuria. (Apocalipsis 2, 21)

  • Pongo en tus manos a los de la sinagoga de Satanás, que se dicen judíos sin serlo, los mentirosos; les haré venir a postrarse a tus pies para que sepan que te amo. (Apocalipsis 3, 9)

  • Porque has guardado mi consigna de perseverancia, yo te guardaré en la hora de la prueba que va a sobrevenir sobre todo el mundo para probar a los habitantes de la tierra. (Apocalipsis 3, 10)

  • Mi venida está próxima; guarda bien lo que tienes, para que nadie te quite tu corona. (Apocalipsis 3, 11)

  • Te aconsejo que me compres oro acrisolado en el fuego para enriquecerte, vestiduras blancas para vestirte, y que no aparezca la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que unjas tus ojos y veas. (Apocalipsis 3, 18)

  • Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación. (Apocalipsis 5, 9)

  • De ellos has hecho para nuestro Dios un reino de sacerdotes, que reinarán sobre la tierra. (Apocalipsis 5, 10)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina