Talált 202 Eredmények: ayuda al prójimo

  • que él mismo no había cometido, un hijo que banquetea en los montes, deshonra a la mujer de su prójimo, (Ezequiel 18, 11)

  • no va a banquetear en los montes, no alza los ojos a los ídolos de la casa de Israel, no deshonra a la mujer de su prójimo, (Ezequiel 18, 15)

  • Su padre, en cambio, que oprimió o despojó al prójimo y no hizo el bien en medio de su pueblo, morirá por sus propios pecados. (Ezequiel 18, 18)

  • Hay quien comete adulterio con la mujer de su prójimo, quien mancha con crimen nefando a su nuera, quien fuerza a su hermana, a la hija de su propio padre. (Ezequiel 22, 11)

  • En ti se acepta soborno para derramar sangre; aceptas usura e interés, despojas con violencia a tu prójimo y te has olvidado de mí, dice el Señor Dios. (Ezequiel 22, 12)

  • Confiáis en vuestras espadas, cometéis acciones detestables, cada cual deshonra a la mujer de su prójimo, ¿y vais a poseer el país? (Ezequiel 33, 26)

  • El príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante veintiún días; pero Miguel, uno de los primeros príncipes, ha venido en mi ayuda; le he dejado allí junto al rey de Persia. (Daniel 10, 13)

  • Sin embargo, te comunicaré lo que está consignado en el libro de la verdad. Nadie me presta ayuda contra ellos, excepto Miguel, vuestro príncipe". (Daniel 10, 21)

  • Y cuando caigan, pocos vendrán en su ayuda, porque los más les brindarán una traidora compañía. (Daniel 11, 34)

  • Y con la ayuda de este dios extraño construirá fortalezas; a los que le reconozcan los colmará de honores, les dará el mando de muchos y repartirá entre ellos el país como recompensa. (Daniel 11, 39)

  • Se levantaron contra los dos viejos, a quienes, por su propia boca, había convencido Daniel de falso testimonio, e hicieron con ellos lo mismo que ellos habían maquinado pérfidamente contra el prójimo. (Daniel 13, 61)

  • Israelitas, escuchad la palabra del Señor: El Señor ha entablado un pleito con los habitantes del país. No existe ya fidelidad ni amor del prójimo, ni conocimiento de Dios en el país, (Oseas 4, 1)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina