Talált 31 Eredmények: celebración de la cosecha

  • De hoy en adelante renuncio para siempre al tercio de la cosecha y a la mitad de la de los árboles frutales que me pertenecen en la región de Judea y en los tres distritos anexionados de Samaría y Galilea; (I Macabeos 10, 30)

  • Donde no hay bueyes el granero está vacío, cosecha abundante con toros robustos. (Proverbios 14, 4)

  • El que siembra injusticia cosecha desventuras, el fruto de sus fatigas se evapora. (Proverbios 22, 8)

  • El que cultiva la tierra aumentará su cosecha, el que agrada a los grandes se hace perdonar la maldad. (Eclesiástico 20, 28)

  • El día que los plantas haces que broten y que al día siguiente tu plantación florezca; mas se perderá la cosecha el día de la herida, y el dolor será incurable. (Isaías 17, 11)

  • de aguas enormes. El grano del Nilo, la cosecha del río eran su riqueza, la del emporio de los pueblos. (Isaías 23, 3)

  • Israel era la posesión santa del Señor, las primicias de su cosecha; todo el que comía de ella lo pagaba, la desgracia caía sobre él, dice el Señor. (Jeremías 2, 3)

  • Ella devorará tu cosecha y tu pan, devorará a tus hijos y a tus hijas, devorará tus carneros y tus vacas, devorará tus viñas y tus higos, arrasará tus ciudades fuertes en las que tanta confianza pones. (Jeremías 5, 17)

  • No han dicho en su corazón: "Temamos al Señor nuestro Dios, que nos manda la lluvia, la lluvia temprana y la lluvia tardía a su tiempo, y que nos concede las semanas justas para la cosecha". (Jeremías 5, 24)

  • Más que por Yazer lloro por ti, oh viña de Sibmá; tus sarmientos se alargaban más allá del mar; hasta Yazer llegaban. Sobre tu cosecha y tu vendimia ha caído el devastador. (Jeremías 48, 32)

  • Pues esto dice el Señor omnipotente, Dios de Israel: Babilonia es como una era en la época en que se la pisa; dentro de poco llegará para ella el tiempo de la cosecha. (Jeremías 51, 33)

  • También para ti, Judá, hay preparada una cosecha cuando cambie la suerte de mi pueblo. (Oseas 6, 11)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina