Talált 243 Eredmények: cinturón de la verdad

  • Pero el Señor dijo a Abrahán: "Por qué se ha reído Sara diciéndose: ¿Podrá ser verdad que voy a ser madre siendo tan vieja? (Génesis 18, 13)

  • Abrahán replicó: "Soy en verdad muy atrevido insistiendo ante mi Dios, yo, que soy polvo y ceniza. (Génesis 18, 27)

  • Además, es verdad que ella también es mi hermana, hija de mi padre, pero no de mi madre, y ahora es mi mujer. (Génesis 20, 12)

  • Pero todavía insistió: "¿Eres tú de verdad mi hijo Esaú?". Y respondió: "Sí, yo soy". (Génesis 27, 24)

  • Labán le dijo: "¡En verdad, tú eres hueso mío y carne mía!". Y Jacob se quedó con él. Pasado un mes, (Génesis 29, 14)

  • Pues la verdad es que fui arrebatado del país de los hebreos y aquí tampoco he hecho nada para que se me meta en la cárcel". (Génesis 40, 15)

  • Enviad uno de vosotros a buscar a vuestro hermano y los demás quedad prisioneros. Así se comprobarán vuestras palabras, y se verá si decís o no verdad. Si no, ¡vive el Faraón, que sois espías!". (Génesis 42, 16)

  • Judá se acercó a él y le dijo: "Perdón, señor. Permite a tu siervo dirigir una palabra a mi señor, sin que por eso se irrite contra él, porque tú eres en verdad como el Faraón. (Génesis 44, 18)

  • Éstas son las vestiduras que han de preparar: un pectoral y un efod, un manto, una túnica a cuadros, una tiara y un cinturón. Harán las vestiduras sagradas para Aarón y para sus hijos a fin de que me sirvan como sacerdotes. (Exodo 28, 4)

  • El cinturón, para sujetarlo por encima formando una sola pieza con él, será del mismo trabajo: oro, púrpura violeta, escarlata y carmesí, y lino fino trenzado. (Exodo 28, 8)

  • Harás otros dos anillos de oro, que fijarás a las dos hombreras del efod en su parte inferior delantera, a ras de la juntura, por encima del cinturón del efod. (Exodo 28, 27)

  • Se unirá el pectoral, por sus anillos, a los anillos del efod, por un cordón de púrpura violeta, para que el pectoral quede sujeto por encima del cinturón del efod y no pueda desprenderse de él. (Exodo 28, 28)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina