Talált 97 Eredmények: cometido

• Por los pecados que habéis cometido delante de Dios vais a ser llevados cautivos a Babilonia por Nabucodonosor, rey de los babilonios. (Baruc 6, 1)

• El sol, la luna y las estrellas, que brillan y cumplen su cometido, son obedientes; (Baruc 6, 59)

• Convertiré el país en un desierto por los delitos que han cometido", dice el Señor Dios. (Ezequiel 15, 8)

• Porque no te has acordado del tiempo de tu juventud y me has provocado la ira con todas estas cosas, yo también haré recaer tu conducta sobre tu cabeza, dice el Señor Dios. Pues, ¿no has cometido un crimen horrible con todas tus prácticas detestables? (Ezequiel 16, 43)

• Samaría no cometió ni la mitad de tus pecados. Tú has multiplicado tus acciones detestables más que ellas, hasta hacer que parezcan justas tus hermanas al lado de todas las infamias que tú has cometido. (Ezequiel 16, 51)

• que él mismo no había cometido, un hijo que banquetea en los montes, deshonra a la mujer de su prójimo, (Ezequiel 18, 11)

• presta con usura y acepta interés, este hijo no vivirá, porque ha cometido todas estas monstruosidades; morirá y su sangre recaerá sobre él. (Ezequiel 18, 13)

• Y si el delincuente se convierte de todos los delitos que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivirá, sin duda; no morirá. (Ezequiel 18, 21)

• Igualmente, si el justo se aparta de su justicia, comete la injusticia, según las acciones detestables cometidas por el criminal, ¿podrá vivir? No se recordará nada de toda la justicia que había practicado. Por la infidelidad y por el delito que ha cometido morirá. (Ezequiel 18, 24)

• Si el justo se aparta de su justicia para cometer la injusticia y en ella muere, muere por la injusticia que ha cometido. (Ezequiel 18, 26)

• Y si el criminal se aparta de la injusticia que había cometido y practica el derecho y la justicia, salvará su vida. (Ezequiel 18, 27)

• Libraos de todos los pecados que habéis cometido contra mí, formaos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué queréis morir, casa de Israel? (Ezequiel 18, 31)