Talált 178 Eredmények: favor

  • Por favor, di que eres mi hermana, para que se me trate bien gracias a ti, y en atención a ti respeten mi vida". (Génesis 12, 13)

  • se postró en tierra y dijo: "Mi Señor, por favor; si he hallado gracia a tus ojos, no pases sin detenerte con tu siervo. (Génesis 18, 3)

  • y les dijo: "Por favor, señores, venid a casa de vuestro siervo y pasad allí la noche; lavaos los pies, y mañana por la mañana seguiréis vuestro camino". Ellos le respondieron: "No; pasaremos la noche en la plaza". (Génesis 19, 2)

  • Él respondió: "Te voy a hacer ese favor; no destruiré la ciudad de que me has hablado. (Génesis 19, 21)

  • Cuando Dios me hizo salir lejos de la casa de mi padre, yo le dije a ella: Tienes que hacerme este favor: dondequiera que vayamos, di que yo soy tu hermano". (Génesis 20, 13)

  • y habló así a Efrón en presencia del pueblo: "Escúchame, por favor; yo te doy el precio del campo; tómalo de mi mano y sepultaré en él a mi difunta". (Génesis 23, 13)

  • cuando el criado corrió a su encuentro, y le dijo: "Por favor, dame de beber un poco de agua de tu cántaro". (Génesis 24, 17)

  • "¿De quién eres hija? Dime, por favor, ¿habrá sitio en la casa de tu padre para pasar yo allí la noche?". (Génesis 24, 23)

  • Rubén, al tiempo de la siega de los trigos, fue por los campos y encontró mandrágoras, y se las trajo a su madre Lía. Y Raquel dijo a Lía: "Dame, por favor, las mandrágoras de tu hijo". (Génesis 30, 14)

  • Jacob le preguntó: "Por favor, ¿cómo te llamas?". Él respondió: "¿Por qué quieres saber cómo me llamo?". Y allí mismo le bendijo. (Génesis 32, 30)

  • Jacob continuó: "No, por favor, si he hallado gracia a tus ojos, acepta de mi mano ese regalo, porque me he presentado a ti como uno se presenta ante Dios y tú me has recibido bien. (Génesis 33, 10)

  • Cuando ya la iban a sacar, mandó a decir a su suegro: "Yo he quedado encinta del hombre a quien pertenece todo esto. Mira, por favor, de quién son este sello, este cordón y este bastón". (Génesis 38, 25)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina