Talált 669 Eredmények: mujer desposada
El fariseo que le había invitado, al verlo, se decía: "Si éste fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que lo toca. ¡Una pecadora!". (Lucas 7, 39)
Y, volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Yo entré en tu casa y no me diste agua para los pies; ella, en cambio, ha bañado mis pies con sus lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. (Lucas 7, 44)
Y dijo a la mujer: "Tus pecados te son perdonados". (Lucas 7, 48)
Él dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado; vete en paz". (Lucas 7, 50)
Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana y algunas otras, las cuales le asistían con sus bienes. (Lucas 8, 3)
Una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años y que había gastado en médicos toda su fortuna sin que ninguno pudiera curarla, (Lucas 8, 43)
La mujer, al verse descubierta, se acercó toda temblando, se postró a sus pies y contó ante todo el pueblo por qué lo había tocado y cómo se había curado instantáneamente. (Lucas 8, 47)
Camino adelante, llegó Jesús a una aldea; y una mujer, de nombre Marta, lo recibió en su casa. (Lucas 10, 38)
Mientras decía esto, una mujer de entre la gente gritó: "Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron". (Lucas 11, 27)
Había allí una mujer poseída de un espíritu inmundo, que la tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada y no podía de ninguna manera enderezarse. (Lucas 13, 11)
Jesús, al verla, la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". (Lucas 13, 12)
Y a esta mujer, que es una hija de Abrahán, a la que Satanás tenía atada desde hace dieciocho años, ¿no se la puede soltar de su atadura en sábado?". (Lucas 13, 16)