Talált 97 Eredmények: pasado

  • "Porque -decía él- no es digno de nuestra edad simular y fingir, ya que los jóvenes podrían decir que Eleazar, a sus noventa años, se había pasado a las costumbres extranjeras. (II Macabeos 6, 24)

  • Durante ocho días celebraron con regocijo la fiesta como la de los tabernáculos, recordando que poco antes habían pasado la fiesta de los tabernáculos en montes y cuevas, como si fueran animales salvajes. (II Macabeos 10, 6)

  • Pero, por esto mismo, fue acusado por los cortesanos ante Eupátor. Con frecuencia era acusado de traidor por haberse pasado al partido de Antíoco Epífanes, abandonando la isla de Chipre, que tenía en nombre de Filométor. Creyendo que ya no podría desempeñar con decoro tan alto cargo, desesperado, se envenenó, y así acabó la vida. (II Macabeos 10, 13)

  • El tonto multiplica las palabras. El hombre ignora el pasado; y ¿quién puede indicarle lo que sucederá después? (Eclesiastés 10, 14)

  • Porque, mira, ha pasado el invierno, ha cesado la lluvia y ya se ha ido. (Cantar 2, 11)

  • Apenas los había pasado cuando encontré al amor de mi vida. Lo abracé y no lo he de soltar hasta que no lo haga entrar en la casa de mi madre, en la alcoba de la que me engendró. (Cantar 3, 4)

  • Porque una doble pena les alcanzó, y gimieron por el recuerdo del pasado. (Sabiduría 11, 12)

  • Un justo destino los arrastraba a este extremo, haciéndoles olvidar el pasado, para que colmasen el castigo que faltaba a sus suplicios: (Sabiduría 19, 4)

  • La arena de los mares, las gotas de la lluvia y los días del pasado, ¿quién podrá contarlos? (Eclesiástico 1, 2)

  • Quien no ha pasado pruebas poco sabe; pero quien ha viajado de acá para allá tiene rica experiencia. (Eclesiástico 34, 10)

  • Él anuncia lo pasado y lo venidero y desvela las cosas ocultas. (Eclesiástico 42, 19)

  • ¡No os acordéis de antaño, de lo pasado no os cuidéis! (Isaías 43, 18)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina