Talált 326 Eredmények: pueblos

  • Sión alarga sus manos, mas no hay quien la consuele. El Señor ha suscitado contra Jacob por todas partes enemigos; Jerusalén se ha convertido en objeto de horror entre los pueblos. (Lamentaciones 1, 17)

  • Pero el Señor es muy justo, porque yo me rebelé contra sus leyes. ¡Oh, escuchad, pueblos todos, y mirad mi dolor; mis doncellas y mis jóvenes han marchado al destierro! (Lamentaciones 1, 18)

  • Basura y escarnio nos has hecho en medio de los pueblos. (Lamentaciones 3, 45)

  • Además, el Señor los entregó en manos de todos los reinos de alrededor para que fuesen objeto de oprobio y maldición entre todos los pueblos de los contornos, donde el Señor los dispersó. (Baruc 2, 4)

  • no a pueblos numerosos de lengua oscura e incomprensible, cuyas palabras no entenderías; si a ellos te enviara, te escucharían. (Ezequiel 3, 6)

  • Yo haré venir a los pueblos más feroces, que se apoderarán de sus casas. Humillaré la soberbia de los poderosos y sus santuarios serán profanados. (Ezequiel 7, 24)

  • Y no sucederá lo que pasa por vuestra mente, cuando andáis diciendo: ¡Seremos como las gentes, como los pueblos de los otros países, adoradores del leño y la piedra! (Ezequiel 20, 32)

  • Después os sacaré de entre los pueblos y os reuniré en los países en los cuales, con mano fuerte y brazo extendido, desencadenando mi furor, os había dispersado. (Ezequiel 20, 34)

  • Os conduciré al desierto de los pueblos, y allí cara a cara os juzgaré. (Ezequiel 20, 35)

  • Os aceptaré gustosamente, como perfume agradable, cuando os haya sacado de entre los pueblos y os haya reunido de los países en los cuales os había dispersado. Y manifestaré mi santidad en vosotros ante los ojos de las gentes. (Ezequiel 20, 41)

  • Se burlarán de ti los pueblos vecinos y los lejanos, oh ciudad de mala fama, llena de corrupción. (Ezequiel 22, 5)

  • Vendrán contra ti por el norte, con carros y carretas al frente de una multitud de pueblos. Armados de paveses, escudos y yelmos, vendrán contra ti por todas partes. Les he dado el encargo de juzgarte, y te juzgarán conforme a sus leyes. (Ezequiel 23, 24)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina