Talált 386 Eredmények: sangre

  • Con mucha más razón, justificados ahora por su sangre, seremos librados por él del castigo. (Romanos 5, 9)

  • El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es la comunión con el cuerpo de Cristo? (I Corintios 10, 16)

  • Después de cenar, hizo lo mismo con el cáliz, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; cada vez que la bebáis, hacedlo en memoria mía". (I Corintios 11, 25)

  • Por eso, el que come del pan o bebe del cáliz del Señor indignamente será reo del cuerpo y de la sangre del Señor. (I Corintios 11, 27)

  • Hermanos, os digo que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni lo corruptible heredará lo incorruptible. (I Corintios 15, 50)

  • Él nos ha obtenido con su sangre la redención, el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia, (Efesios 1, 7)

  • Y aunque tuviera que derramar mi sangre como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de vuestra fe, me gozo y congratulo con todos vosotros. (Filipenses 2, 17)

  • Quiso también por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, tanto las de la tierra como las del cielo, pacificándolas por la sangre de su cruz. (Colosenses 1, 20)

  • Pues de la misma manera que los hijos participan de la misma carne y sangre, también él participó de modo parecido, para reducir a la impotencia mediante la muerte a aquel que tiene el imperio de la muerte, es decir, al diablo, (Hebreos 2, 14)

  • En la segunda, por el contrario, entra solamente el sumo sacerdote una vez al año, y provisto de sangre, que ofrece por sus pecados y por los del pueblo. (Hebreos 9, 7)

  • y entró de una vez para siempre en el santuario, no con sangre de machos cabríos y de becerros, sino con su propia sangre, adquiriéndonos una liberación eterna. (Hebreos 9, 12)

  • Pues si la sangre de los machos cabríos y de los becerros y la ceniza de la vaca, con las que se asperja a aquellos que están manchados, los santifica procurándoles la pureza del cuerpo, (Hebreos 9, 13)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina