Talált 435 Eredmények: santo sábado
Pues bien, oh santo de toda santidad, Señor, conserva para siempre incontaminada esta morada tuya, que hace poco ha sido purificada". (II Macabeos 14, 36)
Nicanor, enterado de que Judas y su gente andaban por Samaría, se dispuso a atacarlos con toda seguridad un día de sábado. (II Macabeos 15, 1)
Los judíos, que le acompañaban por la fuerza, le decían: "No intentes aniquilarlos tan feroz y tan salvajemente; ten respeto al día de sábado, honrado y declarado santo por aquel que todo lo ve". (II Macabeos 15, 2)
Pero el malvado preguntó si, en efecto, había en el cielo un poderoso que hubiera ordenado santificar el día del sábado. (II Macabeos 15, 3)
Sean quebrantados con la fuerza de tu brazo los que vienen blasfemando contra tu santo pueblo". Y con esto dio fin a sus palabras. (II Macabeos 15, 24)
Entonces todos levantaron sus ojos al cielo y alabaron al Señor de la gloria: "Bendito aquel que ha conservado sin mancha su templo santo". (II Macabeos 15, 34)
El principio de la sabiduría es el temor del Señor; conocer al santo, ésa es la inteligencia. (Proverbios 9, 10)
También he visto que los criminales eran llevados a su sepultura partiendo del lugar santo, y eran honrados en la ciudad por haber obrado así. También esto es vanidad. (Eclesiastés 8, 10)
Porque el santo espíritu que nos forma huye de la doblez, se aleja de los pensamientos insensatos y se siente ultrajado si ocurre una injusticia. (Sabiduría 1, 5)
Pues hay en ella un espíritu inteligente, santo, único, multiforme, sutil, ágil, penetrante, incontaminado, diáfano, impasible, amante de lo bueno, agudo, (Sabiduría 7, 22)
Tú me ordenaste edificar un templo en tu monte santo y un altar en la ciudad de tu morada a imitación de la tienda santa, que tú ya habías preparado desde el principio. (Sabiduría 9, 8)
¿Quién conoció tu designio, si tú no le diste la sabiduría y enviaste desde los cielos tu santo espíritu? (Sabiduría 9, 17)