Talált 435 Eredmények: santo sábado

  • "Di a Aarón y a sus hijos que se santifiquen con las cosas santas de los israelitas y no profanen mi santo nombre: yo, el Señor. (Levítico 22, 2)

  • No profanaréis mi santo nombre, para que sea yo santificado en medio de los israelitas: yo, el Señor, que os santifico. (Levítico 22, 32)

  • Durante seis días trabajaréis, pero el séptimo es sábado, día de descanso absoluto y de asamblea santa; no haréis en él trabajo alguno. Dondequiera que viváis, es día de descanso dedicado al Señor". (Levítico 23, 3)

  • El sacerdote la ofrecerá al Señor haciendo el rito de presentación para que sea aceptada: la ofrecerá el día siguiente del sábado, (Levítico 23, 11)

  • "A partir del día después del sábado, a saber, del día en que hayáis ofrecido la gavilla con el rito de presentación, contaréis siete semanas completas. (Levítico 23, 15)

  • Contaréis cincuenta días hasta el día siguiente al séptimo sábado, y entonces presentaréis al Señor una ofrenda de granos nuevos. (Levítico 23, 16)

  • Los panes serán para Aarón y sus hijos, que los comerán en lugar santo, porque son cosa santísima que les pertenece entre las ofrendas quemadas en honor del Señor. Es ley perpetua". (Levítico 24, 9)

  • Declararéis santo el año cincuenta y proclamaréis la liberación a todos los habitantes de la tierra. Será para vosotros año jubilar; cada uno de vosotros recobrará su propiedad y retornará a su familia. (Levítico 25, 10)

  • pues es año jubilar, que será santo para vosotros; en él comeréis los frutos espontáneos de los campos. (Levítico 25, 12)

  • Durante todo el tiempo de su desolación tendrá el descanso que no tuvo en los días de sábado, cuando vosotros vivíais en ella. (Levítico 26, 35)

  • Cuando los israelitas estaban en el desierto, sorprendieron a un hombre recogiendo leña en sábado. (Números 15, 32)

  • "El sábado, dos corderos de un año sin defecto, una ofrenda de nueve kilos de flor de harina amasada con aceite y su correspondiente ofrenda de vino. (Números 28, 9)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina