Talált 435 Eredmények: santo sábado

  • Les diste a conocer tu santo sábado, les prescribiste mandamientos, preceptos y ley por medio de Moisés, tu siervo. (Nehemías 9, 14)

  • a no comprar nada en sábado o en día festivo a las gentes del país cuando traigan a vender grano o cualquier clase de mercancía; a dejar la tierra sin cultivar y a perdonar todas las deudas en el año séptimo. (Nehemías 10, 32)

  • Por entonces advertí que había en Judá quienes en día de sábado pisaban los lagares, acarreaban los haces, los cargaban sobre los asnos, así como vino, uva, higos y toda clase de cargas, para traerlos a Jerusalén en día de sábado, y los amonesté para que no vendiesen sus productos en tal día. (Nehemías 13, 15)

  • Igualmente, algunos tirios que habitaban en la ciudad traían pescado y toda clase de mercancías, y las vendían en día de sábado a los judíos, y esto en la misma Jerusalén. (Nehemías 13, 16)

  • Yo reprendí a los jefes de Judá, diciéndoles: "¡Qué acción tan detestable cometéis profanando el día del sábado! (Nehemías 13, 17)

  • ¿No fue esto lo que hicieron vuestros padres y por lo que nuestro Dios hizo caer sobre nosotros y sobre esta ciudad toda esta calamidad? ¡Y vosotros aumentáis el ardor de su ira contra Israel profanando el sábado!". (Nehemías 13, 18)

  • Por eso ordené que, en cuanto la sombra cubriese las puertas de Jerusalén, la víspera del sábado, se cerrasen las puertas, y que no se abrieran hasta después del sábado; y emplacé junto a las puertas algunos de mis hombres para que no entrase carga alguna en día de sábado. (Nehemías 13, 19)

  • Y yo los amonesté diciéndoles: "¿Por qué pernoctáis delante de la muralla? Si el hecho se repite, os echaré mano". Desde entonces no volvieron más en día de sábado. (Nehemías 13, 21)

  • Ordené también a los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para que se santificara el sábado. ¡También por esto, acuérdate de mí, oh Dios mío, y ten piedad de mí conforme a tu gran misericordia! (Nehemías 13, 22)

  • Una luz resplandeciente brillará hasta el último rincón de la tierra. Pueblos numerosos acudirán a ti desde muy lejos, desde tierras lejanas vendrán a celebrar tu nombre santo, trayendo dones en sus manos para el rey del cielo. Generaciones y generaciones en ti se alegrarán, y tu nombre será glorioso para siempre. (Tobías 13, 13)

  • Las puertas de Jerusalén entonarán cánticos jubilosos, y todos sus habitantes repetirán: Aleluya. Bendito sea el Dios de Israel. Y todos los que por él son bendecidos, bendecirán dichosos su nombre santo por siempre jamás". (Tobías 13, 18)

  • Tendría entonces al menos un consuelo, una efusión de gozo en mis males sin piedad; el no haber eludido los preceptos del santo. (Job 6, 10)


“Jesus e a sua alma devem cultivar a vinha de comum acordo.” São Padre Pio de Pietrelcina