Talált 349 Eredmények: tribu de Manasés

  • Las herencias no podrán pasar de una tribu a otra; cada una de las tribus de los israelitas permanecerá vinculada a su heredad". (Números 36, 9)

  • descendientes de Manasés, hijo de José; así su heredad quedó en la tribu de su clan paterno. (Números 36, 12)

  • Yo tomé entonces vuestros jefes de tribu, hombres sabios y probados, y os los di por jefes: jefes de millar, de centena, cincuentena y decena, y oficiales para vuestras tribus. (Deuteronomio 1, 15)

  • Me pareció bien vuestra propuesta y elegí doce hombres de entre vosotros, uno por tribu. (Deuteronomio 1, 23)

  • A media tribu de Manasés le di el resto de Galaad y toda la parte de Basán perteneciente al reino de Og. (Toda la confederación de Argob, todo el Basán, es lo que se llama la tierra de los refaítas. (Deuteronomio 3, 13)

  • Yaír, hijo de Manasés, se adueñó de toda la confederación de Argob hasta la frontera de los guesuritas y de los maacatitas, y dio su nombre a estas aldeas de Basán, las cuales hasta hoy se siguen llamando Aduares de Yaír). (Deuteronomio 3, 14)

  • Cuando oísteis su voz en medio de las tinieblas mientras la montaña se abrasaba en llamas, todos vosotros, jefes de tribu y ancianos, os acercasteis a mí (Deuteronomio 5, 23)

  • El Señor puso entonces aparte la tribu de Leví, destinándola a llevar el arca de la alianza del Señor, a estar en su presencia, darle culto y bendecir en su nombre, como siguen haciendo hasta hoy. (Deuteronomio 10, 8)

  • Te constituirás jueces y escribas en todas las ciudades que el Señor, tu Dios, te da, tribu por tribu, para que juzguen al pueblo con toda justicia. (Deuteronomio 16, 18)

  • Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad como los demás israelitas; vivirán de las carnes de los sacrificios y del patrimonio del Señor. (Deuteronomio 18, 1)

  • conquistamos sus tierras y las dimos en heredad a los rubenitas, a los gaditas y a media tribu de Manasés. (Deuteronomio 29, 7)

  • Hoy habéis comparecido todos ante el Señor, vuestro Dios: vuestros jefes de tribu, ancianos, escribas, todos los hombres de Israel, (Deuteronomio 29, 9)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina