Talált 349 Eredmények: tribu de Manasés

  • por la tribu de los hijos de Efraín, el jefe Camuel, hijo de Seftán; (Números 34, 24)

  • por la tribu de los hijos de Zabulón, el jefe Elisafán, hijo de Parnac; (Números 34, 25)

  • por la tribu de los hijos de Isacar, el jefe Patiel, hijo de Azán; (Números 34, 26)

  • por la tribu de los hijos de Aser, el jefe Ajihud, hijo de Salomí; (Números 34, 27)

  • por la tribu de los hijos de Neftalí, el jefe Pedael, hijo de Amihud. (Números 34, 28)

  • Los cabezas de familia de los clanes de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, uno de los clanes de la casa de José, fueron a ver a Moisés y a los jefes de familia israelitas, (Números 36, 1)

  • Si ellas se casan con alguno de otras tribus de Israel, su heredad será sustraída de la heredad de nuestros padres para ir a aumentar la parte de la tribu a la que ellas van a pertenecer, mientras será reducida la parte que a nosotros ha caído en suerte. (Números 36, 3)

  • Incluso cuando llegue el jubileo para los israelitas, la heredad de estas mujeres quedará añadida a la heredad de la tribu a la que pertenezcan y, por tanto, sustraída de la heredad de nuestra tribu". (Números 36, 4)

  • Entonces Moisés dio estas prescripciones a los israelitas, por orden del Señor: "La tribu de los hijos de José tiene razón. (Números 36, 5)

  • El Señor permite que las hijas de Selofjad se casen con quien quieran, siempre que sea dentro de uno de los clanes pertenecientes a la tribu de su padre. (Números 36, 6)

  • La heredad de los israelitas no pasará de tribu en tribu; los israelitas quedarán vinculados cada uno a la heredad de su tribu paterna. (Números 36, 7)

  • La mujer que posea herencia en alguna de las tribus de los israelitas deberá casarse con alguno de su propia tribu, para que los israelitas conserven cada uno la heredad de sus padres. (Números 36, 8)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina