Job, 12
4. El que invoca a Dios para que él le responda, ha llegado a ser la irrisión de sus amigos: ¡el justo, el perfecto, es un motivo de irrisión!
4. El que invoca a Dios para que él le responda, ha llegado a ser la irrisión de sus amigos: ¡el justo, el perfecto, es un motivo de irrisión!
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina