11. Cuídense, entonces, de las murmuraciones inútiles y preserven su lengua de la maledicencia; porque la palabra más secreta no se pronuncia en vano, y una boca mentirosa da muerte al alma.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina