3. Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahveh una oblación de los frutos del suelo.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina