Salmos, 125
3. Jamás ha de caer el cetro de impiedad sobre la suerte de los justos, para que los justos no alarguen a la maldad su mano.
3. Jamás ha de caer el cetro de impiedad sobre la suerte de los justos, para que los justos no alarguen a la maldad su mano.
“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina