Deuteronomio, 2
37. Solamente te quedó sin conquistar la tierra de los amonitas, la región del torrente Yaboc, las ciudades de la montaña y todo lo que te había prohibido el Señor, nuestro Dios".
37. Solamente te quedó sin conquistar la tierra de los amonitas, la región del torrente Yaboc, las ciudades de la montaña y todo lo que te había prohibido el Señor, nuestro Dios".
“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina