Ester, 15
11. Dios entonces cambió en dulzura el corazón del rey, que apresuradamente saltó del trono, la tomó en sus brazos hasta que se rehizo, y animándola con palabras cariñosas le decía:
11. Dios entonces cambió en dulzura el corazón del rey, que apresuradamente saltó del trono, la tomó en sus brazos hasta que se rehizo, y animándola con palabras cariñosas le decía:
“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina