I Reyes, 1
27. ¿Salió, tal vez, de mi señor, el rey, la orden de hacer esto, sin haber notificado a tus siervos quién se había de sentar sobre el trono de mi señor, el rey, después de él?".
27. ¿Salió, tal vez, de mi señor, el rey, la orden de hacer esto, sin haber notificado a tus siervos quién se había de sentar sobre el trono de mi señor, el rey, después de él?".
“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina