33. Pero el Faraón Necó lo encadenó en Ribla, en el país de Jamat, lo destronó de Jerusalén e impuso al país un tributo de tres mil cuatrocientos kilos de plata y treinta y cuatro de oro.





“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina