Judit, 16
10. Los persas se estremecieron de su audacia, los medos se turbaron de su temeridad.
10. Los persas se estremecieron de su audacia, los medos se turbaron de su temeridad.
“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina