23. Entonces todo el pueblo, jóvenes, mujeres y niños, se amotinó contra Ozías y los jefes de la ciudad, clamando a grandes voces ante los ancianos:





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina